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Mi afición por las letras me ha traído hasta aquí para crear este espacio donde compartir. Todas las publicaciones tienen derechos de autor ©
jueves, 15 de abril de 2021

PÁNICO EN EL AVIÓN










Benito sabe de aviones, desde niño tiene claro que producen sobre él una extraña y misteriosa atracción. Revistas de viajes, aviones, llenan la gran biblioteca del despacho en el que se sumerge en sus ratos libres, escasos pero intensos. 

La lectura es una de sus grandes pasiones junto a los documentales sobre aeronáutica y aviación. Cuenta repetidas veces que los hermanos Wright fueron los pioneros en muchos aspectos de la ingeniería aeronáutica actual. Se dice que en diciembre de 1903 estos hermanos fueron los primeros en realizar un vuelo en un avión controlado aunque otros afirman que fue Alberto Santos Dumont quien realizó el primer vuelo en 1906. La historia tiene sus contradicciones. 

Le pareció muy interesante que en la prehistoria el ser humano observaba el vuelo de pájaros y otros animales voladores. Hay constancia de que intentaron volar imitándolos, usando un par de alas con plumas y madera, colocadas en los brazos para balancearse a uno y otro lado,  sin conseguir alzar el vuelo. Lo que no se entiende es como teniendo esa afición por los aviones le cuesta tanto volar. 

Benito sube al avión, es un trayecto corto, está nervioso. Es el Airbus A320 de una gran compañía aérea. Sus medidas imponen: 37,57 metros de longuitud y todo lo que ve le transmite inseguridad. Saluda a las azafatas, camina por el gran pasillo. Frías gotas asoman por su frente, bajando por las mejillas y terminando su recorrido en el pañuelo de su bolsillo. Siente como la vida casi se detiene o transcurre lenta; su respiración entrecortada define muy bien lo que siente, nadie más que él puede saberlo. Se oye al piloto dando instrucciones y haciendo pruebas en la cabina, que todavía aceleran más a Benito, casi a punto de desmayarse. Las azafatas le dan ánimos, tratan de hacerle entender que el miedo es irracional y que a veces no se puede controlar. Saca fuerzas de donde no las hay y se abrocha el cinturón, no sin antes volver a secar la frente.  

Piensa en su familia, esos ojitos azules de su bebé en brazos de su esposa, emocionada cuando se despidió una hora antes; su gato cabizbajo acostado en el sofá; y Riki, el peludo blanco que acompaña sus días a la familia cuando él viaja. Las flores del jardín al pasar y cerrar el portón del garaje, ¡igual es la última vez que veo todo eso, piensa, incapaz de volver en sí mismo.

La tripulación empieza a preocuparse, saben que algo no va bien. El comandante le habla:

-Benito, estamos en servicio. Sin tu ayuda el trayecto es inviable, debes reaccionar y ser valiente. ¿Acaso crees que soy comandante porque no tengo miedo? No, lo soy porque me enfrento cada día a ese miedo y a los vuestros, los de la tripulación. El miedo nos invade pero no debe paralizarnos nunca, es la primera lección que recibes cuando ingresas en la aviación, y si logras enfrentarlo, llegarás a ser un buen copiloto, y comandante. Las demás cualidades ya las tienes, por algo has pasado las pruebas con sobresaliente. ¡Que no se diga! 

Benito se hace con los mandos de copiloto, comprende que la situación lo requiere y si no lo hace, ahora que está acompañado por el comandante, nunca llegará a ser el piloto que soñaba. 

Las azafatas, sonrientes, salen de la cabina para dar  instrucciones a los pasajeros, es hora de emprender el que puede ser el vuelo más interesante de sus vidas ¡o no! Nadie sabe porqué sonríen, sino más de uno se hubiese bajado antes de emprender el vuelo.

 Rosa B.G©

24 comentarios:

Alfred dijo...

Bien por Benito, se ha hecho con los mandos.

llorenç Gimenez dijo...

Hola Rosa. Por fin Benito reacciono, cuantas veces sentados en un asiento de un avión, no habrán sucedido cosas que no nos enteramos. Peo como dices mejor no pensarlo, porque si no, no subimos..
Un abrazo.

Carmen Silza dijo...

A Benito le costó, pero reacciono.
Mi papa tuvo una mala experiencia al subir a un avión, y no volvió a subir más. Tantas veces nos lo contó, que le cogimos los cuatro hermanos yuyu, jeje.

Feliz día amiga.
Un abrazo

Mari Carmen dijo...

Lo importante que es reaccionar a tiempo...
Al viajar en avión le tengo yuyu...

Un abrazo.

Ester dijo...

Consiguieron que reaccionara y todo fue bien, a veces necesitamos ayuda. Un abrazo

Mª Jesús Muñoz dijo...

Un relato muy interesante, que nos muestra cómo el ser humano es capaz de superar sus miedos cuando tiene la responsabilidad de ayudar a los demás...El final lo dejas abierto y nos haces pensar...¿qué pasaría al final?
Hace cinco años viaje a Australia a ver a mi hijo y entre ida y vuelta subi en 10 aviones. Algunos de 10 y 12 horas.
Toda una aventura que no olvidaré, Rosa. Me hiciste recordar
Mi abrazo y feliz abril, amiga.

Rosa B.G dijo...

Hola Alfred, claro que sí, a veces cuesta decidirse
Saludos

Rosa B.G dijo...

Hola Llorenc, mejor no saberlo, sino quedamos en tierra.
Saludos

Rosa B.G dijo...

Hola Carmen, claro que se debe superar ese miedo, aunque cueste.
Abrazos

Rosa B.G dijo...

Hola Mari Carmen Franconeti, pues yo no le tengo miedo, de hecho me encanta.
Abrazos

Rosa B.G dijo...

Hola Ester, la ayuda es necesaria para ese emprender.
Abrazos

Rosa B.G dijo...

Hola María Jesús, el recordar tampoco es malo, revivir experiencias de las que aprendimos. Ese final abierto... para pensar.
Abrazos amiga

Joaquín Lourido dijo...

Hola Rosa,
Gracias por tu visita a mi morada y por lo que aprecio tienes un estilo muy peculiar que me encanta. En este caso viajar en un avión es muy rápido pero a nadie se nos quita el miedo mientras atravesamos la barrera del sonido.

Que sepas que también soy gallego y de Cee (Costa da Morte) y entiendo perfectamente lo de las regeifas.

Con tu permiso me quedo en tu morada y vamos intercambiando opiniones.
Abrazos gigantes.

Himawan Sant dijo...

Afortunadamente, Benito tomó hábilmente el timón del avión. Una historia emocionante, me recordó haber experimentado turbulencias en un vuelo a la isla de Bali.
Saludos desde Indonesia.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El pánico, siempre se da a la hora de enfrentar la realidad en cualquier profesión, pero se supera. Un abrazo. carlos

Rosa B.G dijo...

Hola Joaquin, bienvenido a miblog y gracias por el conentario. De Galicia también, no me había fijado.
Saludos desde las Rías Baixas.

Rosa B.G dijo...

Hola Himawan Sant, un saludo desde España y bienvenido a mi espacio, también vuestro. Gracias por subir a bordo y sortear las turbulencias.
Saludos

Rosa B.G dijo...

Carlos Augusto, claro que se supera si se intenta.
Un saludo.

Sara O. Durán dijo...

Viajar en avión es muy divertido y emocionante.
Un abrazo, Rosa.

Rosa B.G dijo...

Hola Sara, a mí me encanta volar. Es una sensación bonita, a veces el riesgo también da su morbo. Está dedicado a alguien que sí tiene miedo a los aviones, pero que ve documentales sobre accidentes de aviones y películas, es contradictorio. Me sorprende mucho.
Gracias por tu visita
Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

Un relato donde la metáfora es reflexión.

Gracias por tu visita y comentario, Rosa.
Saludos.

Rosa B.G dijo...

Hola Verónica, muchas gracias.
Bienvenida.
Saludos

Frases Bonitas dijo...

Encontre tu blog dando vueltas por las redes sociales y aqui me quedo. Tienes un bonito blog. Saludos desde Miami, Florida

Rosa B.G dijo...

Hola Frases bonitas, gracias por tu comentario y visita. Tu blog también me gusta, muy positivo. Saludos

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